"There, you can have my youth, I know I have loved"
La primera vez que escuché Cocteau Twins o antes estaba echado, semi-despierto, profundamente intoxicado y recobrando el espacio pedazo a pedazo: techo alto, manchas de humedad, pilas de papeles y libros, y R. entonces dice "¿No escuchaste Cocteau Twins?" y seguro que después dejó el Gitane a medio consumir en el cenicero, clavó las manos frente al monitor y le dio play a "Heaven Or Las Vegas"
Singulares las noches cuando engendran algo tan luminoso.
La discográfica de Ivo Watts-Russell, 4AD --que dio cobijo y orientación a Bauhaus y Pixies,
entre otras maravillas-- se describe a si misma en una larga nota
publicada en su sitio como marcada por un estilo "hermoso, oscuro e
insular" profundamente definido por la relación de diez años que mantuvo
con Cocteau Twins. La atmósfera melancólica es un sello de CT.
Si en un período de cuatro años que comienza con "Treasure" en el '84,
atraviesa "Victorialand" en el '86 y llega al '88 con esta producción,
es posible producir tres obras (no cuento acá su colaboración del '86
con Harold Budd) tan evolutivas, creo que es solo porque se reúnen bajo
un mismo signo. Y es que a partir de "Blue Bell Knoll" CT encuentra una
meseta que explorar. Nuevamente como con Portishead hay una
cuestión identitaria inconfundible en la voz de Elizabeth Fraser. Le
dicen a Robert Guthrie [https://www.youtube.com/watch?v=8dT6yut5sgk],
después de que haya mencionado las dificultades que tuvo Cocteau Twins en 4AD, que todo aquello no pareció afectar la calidad de su trabajo por entonces. El dice que es gracioso, pero no,
con la mirada ausente, hacia adentro.
Es que eran pibes, y en las grabaciones recibían, según cuentan Raymonde
y Guthrie, muchos "chirlos". Su papel era el de la banda joven, y
detrás de las consolas los adultos mandaban.
Finalmente pudieron montar un estudio propio y, en efecto, fue producido
enteramente por ellos bajo el sello de 4AD.
El nombre que recibe el disco fue tomado por Fraser de un pico en el
sur de Utah. Este álbum está en ahí lo alto. Es un disco aéreo, que toma
vuelo gracias a las guitarras de Guthrie, siempre tan afecto a lograr
atmósferas. La voz de Liz se despega de la bandada y toma rumbo propio,
pero sin huir, juntos y libre. Es admirable.
Sonido de aleteos. Fragancia frambuesas. Todo lo que se transmite
tiene esa cualidad: etérea. Correcto, es un adjetivo remanido para CT.
No me importa, le va como anillo, y no me gusta embolsar en géneros,
pero trazando la linea y dentro de mi corta escucha es Beach House
una de las bandas que mejor logra encaramarse en esa tradición que
alguna vez en los '80 dijeron "dream-pop" y acá evoca "etérea".
Es verdad también que me gustan los discos "álbum", los que cuentan historias, y de a momentos se me hace un pelín aburrido Blue Bell Knoll.
No es que no tenga momentos, es puro "momentum", pero el fondo
climático más interesante quizá sea el del primer tema, y las promesas
posteriores se alinean todas, cielo abierto, con pocas tensiones.
Los pibes lo disfrutaron un montón, entonces aún lo hacían, y eso al menos, se nota. Acá está lo que dejaron.
JMO
Spooning Good Singing Gum [FLAC 24-96]
Spooning Good Singing Gum [MP3 256]
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